Al decir de Deepak Chopra:
" GREGG BRADEN es una rara mezcla de
científico, visionario y erudito
científico, visionario y erudito
con la capacidad de hablar a nuestras mentes,
mientras toca la sabiduría de nuestros corazones."
El Poder de la Profecía: Una antigua herencia espiritual hallada en los Manuscritos del Mar Muerto (Urano 2002),
La Curación Espontánea de las Creencias (Sirio 2009),
La Matriz Divina: Un puente entre el tiempo, el espacio, las creencias y los milagros. (Sirio 2012) Cliquear aquí para leer algunas páginas en BooksGoogle
El Tiempo Fractal (Sirio 2012),
La Verdad Profunda (Sirio 2012),
Una Unión Inquebrantable (Urano 2013)
En el vídeo que sigue a continuación, podés escuchar su conferencia sobre La Ciencia de los Milagros. Además del vídeo, está transcrita en tres entradas por si en algún país no lo está el vídeo y alguna Chispa Hermana del Mismo Sol quiere tener acceso a su contenido, que no es para perdérselo. Es muy importante todo lo que dice el señor BRADEN, por lo que pienso que todos sin excepción, deberíamos tener acceso a él, para tratar de "recordar" y, de a poco, ir llevándolo a la práctica, en las medidas de nuestras posibilidades.
Publicado por Dimaherz20 en 27/4/12
LA CIENCIA DE LOS MILAGROS - Gregg Braden
Los textos espirituales más antiguos sugieren que todo en nuestro mundo está conectado en formas que recién estamos comenzando a entender. Este campo de energía, es de hecho definido por científicos occidentales como una red que crea, lo que llamamos la tela subyacente a toda la creación. Este campo de energía ha estado aquí desde el comienzo. Es un campo inteligente, que responde profundamente a las emociones humanas.
Debemos concentrarnos en sentir como si nuestra plegaria ya haya sido respondida y en ese sentir nos comunicamos con las fuerzas de la creación, permitiendo que este campo, este holograma cuántico o Mente de Dios, nos responda en consecuencia a lo que sentimos en nuestros corazones.
LA CIENCIA DE LOS MILAGROS:
El lenguaje cuántico de sanación, de paz, de sentir y creer.
Santa Fe, Nuevo Méjico
Cómo sería descubrir que en cada momento de nuestras vidas hay un constante diálogo con el Universo que nos rodea y que todo lo que nos ocurre, desde la cura de nuestros cuerpos, hasta la paz en nuestro mundo, con nuestras familias, toda la vida que percibimos cada día, son reflejos de este campo de energía descrito por los antiguos? Hoy en día hay evidencia científica que sugiere que así es precisamente cómo funciona nuestro mundo. El mundo es, en esencia, nada más ni nada menos que reflejos de nuestras emociones y pensamientos, de nuestras creencias y oraciones.
El físico John Wheeler sugiere precisamente este concepto en una reciente entrevista. Lo que dijo es que vivimos en lo que él llamó un “universo participativo”. En vez de pensar que el Universo es algo que ya estaba creado y que nosotros caímos en medio de él, lo que el Dr. Wheeler sugiere que el Universo es el resultado de lo que nosotros hacemos en nuestras vidas. Él dice que somos pequeños parches del Universo, que se miran a sí mismos y que se crean a sí mismos a lo largo del tiempo. Este es un concepto radical, porque sugiere que mientras buscamos dentro del mundo del átomo cuántico lo que conocemos como la partícula definitiva, puede que nunca la encontremos porque cada vez que miramos, al acto de observar con nuestra consciencia, se ejecuta,crea y construye algo más que podamos ver. Y cuando miramos en el extenso espacio del Universo buscando el mismo límite de la creación misma, nunca lo encontramos porque la acción de la conciencia que busca, es la fuerza creadora que pone algo en su lugar. Hay cada vez más numerosa evidencia científica que sugiere que es así precisamente cómo funciona nuestro mundo y lo que descubrimos mediante estos experimentos recientes del siglo XX, es que los antiguos han estado muy acertados al describir precisamente el funcionamiento del mundo en su propio lenguaje y su tiempo.
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En 1887 se realizó un famoso experimento para demostrar la existencia o no del mismo. Y basados en el resultado de ese experimento, la ciencia occidental, específicamente la física occidental, determinó que todo lo que pasa en nuestro mundo es discrecional, no relacionado, está aislado y determinado por las coincidencias. Las cosas que parecen pasar en una unidad de tiempo, parecían simples coincidencias. Un experimento muy famoso de Michael Saemorlie equivalente al que se realizó en ese entonces, es el siguiente: “Si sales a la calle ahora y levantas un dedo y en ese momento no sientes el viento contra tu dedo, se concluye que no existe el viento." Ese es el experimento equivalente al que se llevó a cabo en 1887. Creían que si este campo existía, debía tener movimiento y cuando no encontraron movimientos concluyeron que el campo no existía.
Desde 1887 hasta inicios de 1990, toda la ciencia occidental se basa en el principio de que lo que ocurre en un lugar no tiene efecto sobre lo que ocurre en otro lado. Y ahora sabemos que esto es incorrecto. Así que voy a compartir con ustedes los tres experimentos que sacudieron las bases de la física.
El primero fue conducido por el físico ruso Vladimir Poponin a comienzos de los 90, que finalizó en los Estados Unidos. Poponin quería investigar la relación entre el ADN humano y los fotones. El experimento consistía en vaciar completamente un tubo de vidrio sacando totalmente todo el aire de él. Sin embargo, sabemos que pueden quedar dentro las pequeñas partículas de luz (fotones). Así que Poponin midió la distribución de los fotones dentro del tubo y el resultado de esta parte del experimento no presentó sorpresa porque los fotones estaban distribuidos en forma aleatoria dentro del tubo, como era de esperarse.
La siguiente parte del experimento es realmente interesante. Colocaron ADN humano dentro del tubo, y cuando volvieron a medir los fotones, estos parecían alineados con la cadena de ADN. El ADN tenía efecto sobre las partículas que componen nuestro mundo!
Esto es exactamente lo que el espíritu de las tradiciones antiguas nos dicen: "Algo dentro nuestro tiene efecto en el mundo que nos rodea" y el experimento de Poponin, por primera vez verificaba esto en un laboratorio.
El siguiente paso en el experimento es aún más interesante, porque cuando removieron el ADN del tubo, ellos esperaban que los fotones volvieran a esparcirse aleatoriamente, pero lo que ocurrió es que los fotones permanecieron alineados, aún cuando el ADN no estuviera en el tubo. Y la pregunta es ¿Por qué? ¿Qué causa ese efecto? Nada en nuestra física clásica podía explicar este comportamiento. A ése se lo llamó el experimento “ADN fantasma”. Lo que nos dice este experimento es que nuestro ADN se comunica con las partículas que conforman nuestro mundo. Estos paquetes de energía que subyacen a toda la materia, se comunican con nuestro ADN a través de este campo que previamente no habíamos reconocido. La ciencia lo llama “campo nuevo” pero siempre estuvo ahí aunque no teníamos forma de comprobarlo.
El segundo experimento fue un experimento militar. Lo que hicieron fue tomar ADN humano de un trocito de piel de la boca de un donante y pusieron este ADN en un dispositivo que les permitía medir los efectos desde una habitación del edificio, mientras el donante estaba en otra habitación. Así que tenemos el ADN del donante en una habitación y el donante en otra habitación. Y lo que hicieron fue exponer al donante a estimulación emocional para que tenga genuinas emociones de alegría, tristeza, miedo, enojo, etc., y luego medían el registro del ADN para ver si éste era afectado por las emociones del donante. ¿Por qué habría de hacerlo? La física occidental sugiere que no hay nada que conecte este ADN con el donante, pero el resultado de este experimento fue exactamente lo opuesto. Lo que encontraron es que, mientras el donante registraba los picos emocionales en una habitación, el ADN registraba los mismos valores en la otra habitación, al mismo tiempo. En este tipo de experimento pensamos que la energía se transmite desde un punto A a un punto B y si la energía se traslada de un punto a otro, uno espera que haya un pequeño retardo de tiempo entre que el donante tiene esas emociones y el ADN responde. Pero eso no es lo que sucede. Esto es muy importante, es la llave para entender el poder de la plegaria: Lo que ocurre en este experimento, es que el efecto es simultáneo, sin retardo de tiempo. En el instante que el donante tenía una emoción, el ADN respondía como si no estuviera separado de él. Este experimento se realizó por primera vez con una separación de 20 metros y por último con una separación entre el ADN y el donante de cientos de km.
Luego conocí a Clive Baxter, el diseñador de uno de estos experimentos y me comentó que en uno de estos experimentos el donante estaba en Los Ángeles y el ADN estaba en Phoenix, a 700 km. de distancia, y el efecto fue el mismo, el efecto fue instantáneo.
Esto abre una puerta a toda clase de posibilidades sobre cómo el ADN permanece conectado al donante. Lo que esto nos dice es que estamos conectados con nuestro ADN a través de nuestras emociones, ya sea que esté aún en nuestro cuerpo o separado por cientos de kilómetros, el efecto es igual. A esto se lo llama “energía-no local” que está presente en todo momento y lugar porque esta energía no tiene que viajar del punto A al B.
El tercer experimento se realizó a principio de los 90 por el Instituto Heartmath, una organización localizada en California. Ellos analizaron el corazón humano como algo más que un simple bombeador que transporta la sangre a nuestro cuerpo. Ellos descubrieron que nuestro corazón es el campo magnético más grande del cuerpo. Y el campo electromágnético que produce, se extiende más allá del cuerpo físico. Anteriormente habían descubierto que alrededor del corazón humano hay un campo energético con forma de tubo toroidal que se extiende desde 5 ft (1.5340 m) y 8 ft (2.4384 m) fuera del corazón humano. La pregunta es, si hay otra forma de energía que es llevada por este campo más allá de nuestro cuerpo. Por lo que hicieron un experimento para demostrar esta teoría. Así que tomaron ADN humano, el cual aislaron y entrenaron a los individuos para que expresaran emociones bien definidas de amor, odio, aprecio, etc. En este proceso se medía el ADN para ver cómo respondía y encontraron que frente a emociones de amor, aprecio, compasión, perdón, etc., comprobaron que el ADN se volvía muy “relajado” o “expandido”, y lo que sabemos por otros experimentos, es que este relajo del ADN fortalece nuestro sistema inmunológico. Cuando nos preguntamos por qué estos sentimientos positivos fortalecen el sistema inmune, esto puede explicarnos el porqué, ya que el ADN al estar relajado permiten que se activen más secciones de nuestro ÁDN, cual “interruptores”. Y ocurre lo opuesto en presencia de sentimientos como odio, temor, celos, el ADN se “comprime” y no permiten que estos “interruptores” se activen, para así estimular el sistema inmunológico. Hoy sabemos que cuando las personas viven en un estado de celos, ira, se debilitan esas zonas del cuerpo y ocurre lo opuesto cuando viven en un estado de amor, perdón, compasión.  |
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Y ahora estos experimentos nos pueden ayudar a entender por qué las emociones humanas producen estos efectos en la conformación de nuestro ADN, y este experimento nos demuestra que las emociones humanas tienen el poder de cambiar la forma de nuestro ADN. ¡Esto es asombroso! Porque nos dice que cuando nos centramos en ciertos estados emocionales, nos da el poder para modificar el funcionamiento del ADN de nuestro cuerpo. Esto es el principio de una tecnología interna probablemente muy antigua que fue descrita en la antigüedad y ahora comenzamos a entender. Algo interesante de estos tres experimentos es que ninguno de los experimentadores sabía de que los otros experimentos se estaban llevando a cabo y dieron, en líneas generales, los mismos resultados finales.
Aunque hayan sido experimentos aislados, al juntarlos a todos, es interesante cómo comienzan a contarnos una historia. Y la historia dice algo así: El primer experimento, el de Lionel Poppe, nos dice que el ADN de nuestros cuerpos tiene un efecto directo en nuestros mundo, en los objetos físicos que componen nuestro mundo a nivel energético.
El tercer experimento nos demuestra que las emociones humanas tienen la habilidad de cambiar nuestro ADN, teniendo un efecto en el mundo que nos rodea.
Y el segundo experimento, que fue conducido por la Armada de USA, nos muestra que, aunque estemos en el mismo edificio o a 700 km, los resultados son los mismo: no estamos atados por el tiempo y el espacio, y no sólo esto… también enseña que los resultados de los experimentos son tan precisos como para afirmar que tú y yo tenemos un poder en nuestros cuerpos que no está atado a las leyes de la física en el modo en que las entendemos en la actualidad. Sino que algo dentro nuestro como las emociones, pensamientos, creencias y plegarias, trascienden los límites del tiempo y el espacio tal como los conocemos hoy.
Y el segundo acontecimiento está relacionado con la edición de los primeros textos bíblicos en su versión occidental en el siglo IV, allá por el año 319 DC., en los primeros años del cristianismo. Por esta época Constantino armó un consejo y sabemos que por ese entonces no había un texto bíblico compilado, como hoy en día; había varios escritos, algunos con mucha simbología, otros pobremente escritos y muy poca gente tenía acceso a ellos. Así que Constantino, en un esfuerzo por hacerlos más accesibles al público en general, arma este consejo sin la iglesia y pide a su consejo algunas recomendaciones como qué libros dejamos, cuáles sacamos, qué debemos modificar en ellos, etc. Y el resultado es lo que actualmente llamamos la Biblia occidental, la tradición bíblica. Sabemos que al menos 20 libros fueron removidos completamente y otros 20 o 25 más, los cuales tenían una preciosa edición y los textos que quedaron fueron condensados y re-arreglados entonces, para quedar tal cual los conocemos hoy día, como nuestro texto bíblico. Así que por buena que es nuestra Biblia de hoy día, en su mejor versión, abierta y libremente admitida, sigue siendo incompleta y lo sabemos porque hemos encontrado estos documentos en lugares como la biblioteca de rollos del Mar Muerto. Es por esto que son tan controversiales. Cuando encontramos los rollos del Mar Muerto, pudimos ver algunos de estos libros en su forma original. Algunos de ellos tenían más de 1700 años. Y lo más interesante, es que muchos de estos textos que fueron editados o reeditados en su totalidad, son documentos precisos que describen nuestra relación con el Universo y las creaciones alrededor nuestro, mediante el poder de nuestras emociones humanas.
SABIDURÍA ANCESTRAL
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Todas las sabidurías ancestrales nos cuentan, en sus antiguas lenguas, que estamos conectados al mundo que nos rodea tal como lo está demostrando la ciencia occidental actualmente. Ellas nos invitan a dar un paso por delante. Y nos dicen: "Así es como deben jugar en sus vidas." Nos dejaron instrucciones muy, muy claras de cómo es el modo, de cómo debemos utilizar este poder, esta tecnología interior, para cambiar el mundo, para curar tu cuerpo y traer paz a ti, a tu familia, a tu comunidad y colectivamente, cuantas más personas asimilen estos principios, trabajarán en paz y se extenderá a todas las naciones.
Quiero compartir con ustedes un estudio que hemos realizado, que describe precisamente, cómo comenzó esto… Una de las preguntas que con más frecuencia nos hacemos es: Si existe esta relación, y realmente existe, ¿por qué no es de conocimiento público? ¿Por qué la ciencia occidental no comprende estos principios?¿Por qué estamos recién descubriéndolos? La respuesta a esa pregunta empieza por comprender que la forma en la que vemos al mundo hoy, nuestro conocimiento actual, son parte de un linaje de sabiduría integral que nos conecta con nuestro pasado. Y sabemos que esta cadena, ese lazo que nos ataba con el conocimiento anterior, se ha roto al menos en dos momentos en nuestra historia oficial. Algo pasó dos veces en la historia reciente, ocurrieron eventos en los que perdimos información del conocimiento antiguo. Y parte de ese conocimiento tiene que ver con lo que estamos debatiendo ahora mismo.
El primero de esos episodios fue la quema de la Biblioteca de Alejandría en el siglo lV, aunque no sabemos exactamente qué había dentro de la biblioteca que fueran escritos en ese tiempo. El historiador romano Calímaco (director de la biblioteca) por ejemplo, catalogó 536.000 rollos en Alejandría antes de ser quemados y muchos de ellos eran ya muy antiguos para esta época, siglo IV. Y sabemos que había rollos que contenían algunos de los más antiguos documentos sobre las antiguas tradiciones hebreas. Del conocimiento astronómico de los egipcios, conocimientos médicos, mucha de la sabiduría que había sido reunida por miles de años previos, que describían las relaciones humanas con nuestro mundo… con otros, y tal vez con algo más grande. Esta biblioteca tenía una tremenda cantidad de información cuando fue quemada.
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| Inscripción de Tiberio Claudio Balbilo, confirmando la existencia de la Biblioteca en el siglo l, tal como afirman las fuentes clásicas. http://es.wikipedia.org/wiki/Biblioteca_de_Alejandr%C3%ADa |
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| La Biblia de Gutenberg.
http://es.wikipedia.org
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