RECAPITULAR: CAMINO de LIBERACIÓN.

"Es hora de que empecemos a averiguar por nosotros mismos. Empiecen a recapitular sus vidas, cualquier acción, cualquier evento, para encontrar la "bisagra" que representa nuestra vida; nuestra bisagra es la forma en que nos relacionamos con la gente.

Cuando empecé a recapitular encontré que me relacionaba con el mundo como un bebé. Mi vida por entero no era otra cosa que una repetición incesante de este hecho. Don Juan me hizo recapitular mi vida y vi cómo la había desperdiciado defendiendo esa postura; fue un darse cuenta horrible, ya que todo lo que yo quería era encontrar a alguien que escuchara mi triste historia y me compadeciera."

CARLOS CASTANEDA

Charla en Phoenix - Completa AQUÍ

¿Cuántas veces has escuchado eso de que en el momento de la muerte, una película con todos los acontecimientos importantes que has vivido se proyecta en tu consciencia? Seguro que más de una vez… y si tu respuesta es no, ¡pues ésta será la primera!.

Hace ya tiempo, en un salto de paracaidismo, tuve la “buena suerte“… y digo buena suerte porque salí ilesa del problema. Y el problema era que no se abrió el paracaídas principal. (Aunque... entre nosotros... la suerte NO existe ¿Verdad?).

Ante semejante situación, realizo la maniobra estudiada tantas veces, y aprendida, y acciono primero la manija para soltar el principal y luego la que correspondía para que el paracaídas de emergencia haga su aparición sobre el azul celeste de un cielo límpido. 

Pero..¡Ohhh! ¡Contratiempo! La emergencia tampoco mostró ese enorme y sedoso hongo blanco que debía sostenerme para llegar a Tierra sana y salva. 

En paracaidismo, como en todo el camino por esta Tierra, nos encontramos sujetos a la Ley de Gravedad y mi anatomía no era la excepción, así que caía a una velocidad diríamos que respetable. En este deporte, se puede ir para adelante, para derecha o izquierda y para abajo, o girar hacia atrás, pero nunca se puede ir para arriba, así que la Tierra “se me acercaba” de forma vertiginosa. 

Levanté la cabeza al cielo y mis ojos vieron solamente la imagen de un luminoso cielo  como fondo de una especie de vela (cirio), larga, muy larga, lo que quería decir que el paracaídas de emergencia tampoco “tenía vida”… ¡no se habría! Y con lo que había aprendido sobre las emergencias, era como que nada podía hacer…      

Por mi mente, en lugar de que se proyecte la película de mi vida ya que estaba en situación como para que ello aconteciese, únicamente pasó el pensamiento de llegar al abrazo de la Madre Tierra, de la forma más relajada posible… ¡para romperme lo menos posible!… solamente eso… puesto que de la altura de la que había saltado era muy difícil que saliera bien parada sin nada que sostuviera mis cincuenta y ocho kilitos de peso. 

Tal vez eso de no pasar por mi mente la película de la que tantas veces había escuchado hablar, me instó a agarrar las cuerdas e intentar abrirlas, moviéndome lo más posible. En este caso no era tomar ni asir las cuerdas ya que por la fuerza del acto, creo que mis manos se habían convertido en garras para tener más fuerza física.

Y sucedió que…

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¡Ohhh momento maravilloso!, siento ese espectacular y esperado tirón hacia arriba que me hizo saber que ¡Seguiría viva! El paracaídas de emergencia se había abierto a muy pocos metros del suelo, satisfactoriamente… lo más que recibiría sería un revolcón en un sembrado cuyos surcos estaban totalmente barroso por la lluvia caída el día anterior. Tenía un mono blanco con dos rayas azules a los costados.

Y así fue, a tan sólo segundos de estampillarme contra el suelo de un campo sembrado de no recuerdo qué, no he visto pasar ante mis ojos esa película, lo que significa para mí, que si no es tu momento de desencarnar, quizás... tal vez... no la veas. Algo en lo profundo sabe que no pasará. Si algún día me sucede lo contrario, veré de cómo contártelo… uno nunca sabe a ciencia cierta las experiencias que tendrá…

Algunas creencias expresan que ese revivir momentos especiales de tu camino por este mundo, en la última hora, hace que afloren todos esos mágicos momentos de ternura y amor verdaderos que ponen todo lo que has vivido en completa armonía, haciendo que una sensación de infinita paz se extienda como un manto sanador en los últimos instantes. Por lo general, el rostro de los que cruzan al otro lado, se muestra en paz, como si nos dijeran ‘está todo bien’.

Así que justo después de ese preciso momento de transición ¡nos sacudimos el sueño en que vivíamos!¡y nos despertamos en la ‘otra vida‘!… aflorando en nuestra consciencia la verdad de que en realidad, vivimos dormidos hasta ese momento en que acabamos de despertar y que es cuando comprendemos que la ‘verdadera vida’ continúa sin modorra… y entonces ¡zas! nos damos cuenta también de que al despertarnos y estar al otro lado y para utilizar términos de los que quedan: Nos hemos muerto. ¡Ja! ¡Qué buen chiste! Enterarnos de cómo es la cosa, de lo dormidos que estábamos en el último momento, darnos cuenta de que la vida la perdimos durmiendo... ¡y justo cuando ya no lo podemos revertir! 

Si creemos en la reencarnación, para el próximo nacimiento y con todo el peso de la sociedad haciendo presión sobre nosotros con sus arrulladores mandatos de: duerme… duerme… duerme…, a los pocos añitos nomás, lo olvidaremos todo y volveremos a vivir otra vida dormidos…. ¿o acaso dudás de que estamos la gran mayoría dormidos durante todo el tiempo? 

Lo del olvido nos sucede a todos, salvo raras excepciones como ya habrás leído en alguna de las páginas de este blog y si es no, ticleá aquí y aquí y aquí (al final de la página) y encontrarás, buscando en ellas, material sobre dos que no cayeron en el olvido: Flavio y Matías. Hay muchos Maestros y muchos otros desparramados por todo el mundo, pero estos son los que conozco que están vivos en este momento. 

Ahora: ¿Existe la posibilidad de que ese momento liberador que acontece justo en el momento final de una etapa y en el momento inicial de otra, nos suceda antes de dar ese gran paso? ¿Es posible despertarnos aquí en esta vida? ¿Podemos intentarlo? ¿Y podemos tener éxito?

Si leés a Carlos Castaneda (en varios de sus libros toca el tema), a Taisha Abelar (Donde Cruzan los Brujos) o a Víctor Sánchez (El Camino Tolteca de la Recapitulación), ellos te dirán que sí, que es posible despertarnos y por lo tanto liberarnos del sueño que nos mantiene atrapados vida tras vida… sobre todo si lo deseás desde el corazón. Como dice Richard Bach en Ilusiones, en el Manual del Maestro: "Nunca te conceden un deseo sin concederte también la facultad para hacerlo realidad. Sin embargo puede que te cueste trabajo". Así que como siempre digo ¡y me digo!, que para lograr lo que sea, se necesita mucha práctica… ellos también lo dicen. Es una práctica que considero vale la pena. La verdadera libertad lo vale. No debemos amilanarnos porque se nos antoje ’demasiado difícil’. Pide ayuda a los Cielos que ya seguro la tenés de antemano. Recuerda que la práctica es 'experiencia acumulada' y a mi entender, la experiencia es lo valedero. Podemos tener muchos conocimientos… que a veces no nos sirven para nada en el momento en que nos es imperioso echar mano de ellos. 

   Seamos responsables de nosotros mismos, de nuestra buena vida, de nuestra vida en libertad. Nadie nos tiene atrapados, solamente nosotros mismos y como dicen los Maestros, los barrotes de esa celda no existen, son producto de lo que imaginamos, de lo que creemos, de lo que juzgamos y opinamos no sólo sobre los demás sino también sobre nosotros mismos… día a día, sin descanso. ¿O acaso no te das a vos mismo, más de una vez al día algún calificativo descalificador? Observate con mucha atención y lo verás. Solamente tenés que estar atento para darte cuenta. Y cuando te encuentres diciéndote algo poco agradable sobre lo que eres, instantáneamente cámbialo por otro que sea totalmente lo contrario, que sea lo que realmente eres. 

   Y volviendo a la práctica, es mediante ella como conseguimos crecimiento interior, es mediante ella como conseguimos liberarnos de los barrotes atrayendo alegría y paz, salud y libertad, atrayendo buena vida al conectarnos con nuestra alma.

…Que es práctica de energía ya ‘vieja’ dirán algunos. ¡En fin! Todo es un cielo sereno.

   Como ya te lo dije en otra oportunidad, recuerda que siempre puedes disentir con cualquier pensamiento que expresen. Toma solamente aquello que resuena con vos… lo demás, déjalo pasar… pero no te cierres. A lo mejor no sea en este momento lo mejor para vos. 

   Y ahora, lo que haré es ponerte un poco al tanto del método, que con algunas diferencias, exponen.

Para los tres, el método que permite liberarnos, recibe el nombre de 

RECAPITULACIÓN 

CARLOS CASTANEDA 
El Silencio Interno 
Primera edición   Cleargreen, Incorporated Los Angeles, CA.

La Recapitulación
Pag 18 

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Para ellos (los chamanes del México antiguo), la Recapitulación era el acto de revivir experiencias pasadas, necesario para poder alcanzar dos metas transcendentales. La primera era un esfuerzo que concordaba con su visión general del universo, de la vida y la conciencia; la otra era una meta extremadamente pragmática de adquirir fluidez perceptiva.

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Don Juan dijo que recapitular era revivir todas, o casi todas, las experiencias que uno ha tenido …

En la antigüedad la Recapitulación se hacía como un procedimiento formal, los practicantes recordaban a cada persona que conocían y cada experiencia en la que participaron. Don Juan me sugirió que escribiera una lista de todas las personas que había conocido en mi vida, como un dispositivo mnemotécnico. Una vez que escribí esta lista, prosiguió a decirme cómo utilizarla. Me dijo que tomara a la primera persona en la lista, que iba del presente hacia el pasado, y recreara en mi memoria mi última interacción con esa persona. Llamó a este acto arreglar los eventos que se recapitularán. Don Juan exigía un recuento minucioso ya que es el medio más eficaz para afilar nuestra capacidad de recordar. Dijo que para realizar este recuento uno necesita incorporar todos los detalles físicos, tal y como los alrededores del lugar donde el evento ocurrió. Una vez que el evento está arreglado, dijo, uno debe entrar a ese sitio como si uno estuviera verdaderamente ahí, y prestar atención especial a cualquier configuración física que sea relevante. Por ejemplo, si la interacción ocurrió en una oficina, uno debe recordar el piso, las puertas, las paredes, los cuadros, las ventanas, los escritorios, los objetos encima de los escritorios, todo aquello que quizá uno vio de un vistazo y luego olvidó por completo.

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Para recapitular el evento en sí, se requiere que uno respire profundamente abanicando la cabeza, por así decido, de derecha a izquierda y de izquierda a derecha, tantas veces como sea necesario, mientras uno recuerda todos los detalles accesibles. Don Juan dijo que los chamanes se refieren a esto como el acto de inhalar todos los sentimientos que uno sintió en el evento que está recordando, y exhalar todos los estados de ánimo y los sentimientos indeseables que se quedaron en uno.

Los chamanes creen que el misterio de la Recapitulación reside en el acto de inhalar y exhalar. Ya que respirar es una función de sostén de vida, los chamanes creen que también podemos entregarle a la fuerza que nos presta conciencia este facsímil de las experiencias de nuestra vida. Cuando presioné a don Juan para que me diera una explicación racional, me dijo que cosas como la Recapitulación no se pueden explicar, sólo se pueden experimentar. Los chamanes se liberan al actuar. Explicarlo es disipar la energía en esfuerzos estériles. Su invitación era congruente con todo lo relacionado a su conocimiento, la invitación a actuar.

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Los chamanes consideran que hacer un recuento como éste, es como volver a vivir las experiencias que ya se han vivido, y que uno puede sustraer de este recuento una fuerza extraordinaria, un ímpetu excepcional que agita y regresa, nuevamente, a nuestros centros de acción, la energía que se ha dispersado fuera de ellos, la cual está acumulada en la periferia de la esfera luminosa que somos.

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En un nivel más mundano, la Recapitulación nos permite ver lo repetitiva que es nuestra vida. La Recapitulación nos convence, sin lugar a dudas, de que uno está a merced de fuerzas que, aunque a primera vista parecen ser perfectamente razonables son, al fin y al cabo, absurdas. Los chamanes afirman que un verdadero cambio de comportamiento sólo puede lograrse a través de la Recapitulación, como único vehículo que puede acrecentar la conciencia al liberarla de las exigencias silenciosas de la socialización; algo que es tan automático que no puede examinarse, sólo puede observarse. 

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Lo que los chamanes buscan ávidamente a través de la Recapitulación, es obtener la memoria de sus interacciones ya que a través de éstas, se dan cuenta de los profundos efectos de la socialización los cuales tratan de superar por todos los medios posibles.

Para ver el libro AQUÍ

TAISHA ABELAR 
Donde Cruzan los Brujos. 

GAIA EDICIONES 

–El ápice del arte especial que quiero enseñarte –comenzó a decir– se llama el vuelo abstracto, y llamamos recapitulación al medio para lograrlo. Pag 27

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Con paciencia explicó que la recapitulación es el acto de recuperar la energía que ya hemos gastado en acciones pasadas. Recapitular implica recordar a todas las personas que hemos conocido, todos los lugares que hemos visto y todos los sentimientos que hemos tenido en toda nuestra vida –empezando desde el presente y volviendo hasta los recuerdos más remotos– para luego limpiarlos, uno por uno, con una respiración especial que barre todo.

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Afirmó que esa era una forma misteriosa de respirar y la clave de la recapitulación, puesto que inhalar nos permite recuperar la energía que perdimos, en tanto que exhalar nos permite expeler la energía ajena e indeseable que se ha acumulado en nuestro interior debido a la interacción con nuestros semejantes.

–A fin de vivir e interactuar, necesitamos energía –prosiguió Clara–. Normalmente la energía gastada en vivir se nos escapa para siempre. De no ser por la recapitulación, no tendríamos ninguna oportunidad para renovarnos. Recapitular nuestras vidas y limpiar nuestro pasado con esta respiración que barre de izquierda a derecha funcionan en conjunto. 

……….

Con una pequeña sonrisa me advirtió que la recapitulación no es un ejercicio arbitrario o caprichoso.

–Al recapitular, trata de sentir unas largas fibras elásticas que se extienden desde tu región abdominal –explicó–. Luego alínea el movimiento giratorio de la cabeza con el movimiento de esas escurridizas fibras. Son los conductos que recuperarán la energía dejada atrás por ti. A fin de recuperar nuestra fuerza y unidad, debemos liberar la energía que dejamos atrapada en el mundo y atraerla otra vez a nosotros.

Me aseguró que, al recapitular, extendemos esas fibras elásticas de energía a través del espacio y el tiempo hasta las personas, los lugares y los sucesos que estamos examinando. El resultado es que podemos volver a cada momento de nuestras vidas y actuar como si de hecho estuviéramos ahí. Pag 29

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Pregunté si el orden en que se recuerda el pasado importa. Replicó que lo importante es volver a experimentar los sucesos y los sentimientos con el mayor detalle posible y tocarlos con la respiración que los barre, para de esta manera liberar nuestra energía atrapada.

–¿Este ejercicio forma parte de la tradición budista? –pregunté.

–No –contestó solemnemente–. Forma parte de otra tradición. Algún día, pronto, te enterarás de qué tradición se trata. Pág 30

Para leerlo, AQUÍ

VICTOR SANCHEZ 

Camino Tolteca de la Recapitulación:
Sanando Tu Pasado Para Liberar Tu Alma
Editorial Lectorum

Con palabras sencillas podemos decir que la recapitulación es un método de autosanación consistente en revivir los acontecimientos de nuestro pasado de tal forma que podamos reparar el daño que en nuestro propio ser causaron muchos de ellos.

Este daño se manifiesta por regla general bajo la forma de recurrentes conflictos emocionales.

Asimismo, este daño energético produce una persistencia de las rutinas de nuestra personalidad que merma nuestra energía vital. La recapitulación es el remedio para esta enfermedad. Si atendemos el concepto de energía, se entiende por recapitulación toda una serie de procedimientos energéticos que reparan el daño que en el pasado haya podido sufrir nuestro campo energético.

El fin último de la recapitulación es recuperar el estado de integridad que teníamos en el momento de nuestro nacimiento. Desde un punto de vista práctico, ello implica la libertad de elegir cómo vamos a ser y cómo vamos a vivir, dejando así de lado al hecho de estar repitiendo interminablemente las agotadoras rutinas internas impuestas por nuestro pasado.

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Los orígenes de la recapitulación se pierden en el tiempo. Las leyendas y los ritos de los pueblos indígenas, descendientes de los antiguos toltecas, nos hablan acerca de la profundidad y extensión del conocimiento desarrollado por los primitivos habitantes de Tula y otras poblaciones toltecas, Aún hoy en día sus descendientes llevan a cabo diversas prácticas que presentan una notable afinidad con la recapitulación. Pag 11

Que disfrutes de la lectura de estos autores, más aún... ¡que te animes a poner en práctica  el procedimiento llamado RECAPITULACIÓN! Para que puedas eliminar el sortilegio que te tiene dormido...  Me viene ahora a la memoria una frase de Aldoux Huxley, que utilizaba mucho en una época de mi vida porque así lo creo y no volveré a darte la lata con lo de la práctica. La cita es la siguiente: "Sólo hay un rincón en el Universo que a buen seguro puedes mejorar. Y ese rincón eres tú".

Que la LUZ permanezca en tu consciencia guiándote siempre!!!

iIn lack'ech