miércoles, 17 de agosto de 2011

Un DESAFÍO que CAMBIARÁ TU VIDA y TU ENTORNO


     LLegó por e-mail el desafío que más abajo pueden leer y al instante decidí ponerme manos a la obra… ¡y vaya las comprobaciones que logré hacer!… al principio no lo podía creer… 

     Comenzaré contándoles, para aquellos que no lo sepan, que diversos estudios relacionados con la conducta humana indican que es imprescindible mantener una práctica constante durante 21 días consecutivos, para que nuestro cerebro se habitúe al cambio de rutina, al cambio de hábito. En este caso el hábito que queremos dejar, es el hábito de la queja a la que los seres humanos somos tan afectos.
     
     El hábito que nos propondremos cambiar lo hemos adquirido, en mayor o menor medida, de nuestros mayores, de aquellas personas con las cuales tuvimos los primeros contactos: padres, hermanos, familiares cercanos. Y luego del ámbito escolar y social. Todos a su vez lo adquirieron de la misma manera en que nosotros lo hemos adquirido.

     De pequeños éramos como un CD virgen, libre de toda huella pero, queja tras queja, fuimos grabando en él un surco que se fue profundizando con los años, en algunos menos y en otros más.  A medida que vamos viviendo, ya de manera conciente unas veces (para manipular en algunos casos) e inconcientes otras, caemos en ese surco asiduamente. Y ahora, lo que vamos a hacer, es ir rellenándolo durante 21 días, para no volver a caernos y así lograr una vida sin quejas, sin críticas, sin lamentos y sin chismes.

     Para ello, para rellenar y compactar el surco del equivocado hábito de la queja, nada mejor que el trabajo que Will Bowen nos propone y que quien está escribiendo en éste, recomienda. 

     El mismo día que lo recibí, lo envié por e-mail a muchas personas, todas conocidas. Solamente una amiga se decidió a llevarlo a la práctica y un anillo fue el elemento con el cual recordaba si había cedido a la queja o no. Ambas, ella y yo… ¡diariamente cuántos cambios de dedo del anillo! ¡Y pensar que nos parecía que no éramos tan quejosas! ¡Qué hermosa manera de darnos cuenta y de llevarlo a la consciencia! En el libro hay un testimonio que expresa muy bien nuestra vivencia al respecto. 

     Si bien el período es de 21 días, es muy probable que lleve a algunas personas (y me incluyo) a un aumento. Es muy importante que seamos veraces con nosotros mismos, ya que es preferible que nos tome más tiempo y llevarlo a buen fin siendo honestos (con nosotros, se entiende), a llegar al final en poco tiempo haciendo trampas, ya que eso no serviría de nada, es simplemente autoengañarse y perder el tiempo. A esto nadie nos obliga y no tenemos que demostrar absolutamente nada. Si decidimos hacerlo, somos nosotros quienes tomamos la decisión sin presión de ningún tipo. Así que ¡para qué mentirnos!

     En el trabajo se debe tener en cuenta que el cambio de pulsera (anillo u otro artilugio que nos recuerde lo que estamos haciendo) debemos hacerlo únicamente cuando la queja es expresada en voz alta. Si solamente lo pensamos, no cuenta. Cada vez que nos quejamos, la pulsera o el anillo o la piedra o el lazo, cambian de lugar.

     Cuando nos quejamos, aunque no nos demos cuenta porque no lo vemos, generamos energía negativa que se queda en nuestro entorno atrayendo hacia nosotros toda aquella que pulula en el ambiente, vibrando en la misma frecuencia… y luego decimos: --¡Qué mal que me va! Todo pensamiento quejoso es energía, toda queja que emitimos es energía… y al ser queja es energía negativa, que nos debilita porque drena nuestro poder. 

     Por eso es que, cuando podamos eliminar la queja diaria expresada, después de los 21 días consecutivos o los que necesitemos para lograrlo, también nuestros pensamientos habrán mejorado y nos conectaremos a un campo de energía vivificante. Y si de cada queja que nos damos cuentas, emitimos un pensamiento de agradecimiento, seguro que lograremos hacer el cambio más rápidamente… y eso será maravilloso… En metafísica se dice que cuando eliminamos algo negativo, debemos llenar el espacio vacío con algo positivo: ¿Qué mejor que con gratitud? En algún lugar he leído que ‘el agradecimiento es la llave que abre el grifo de la abundancia’. 

     Si te decidís a aceptar el reto, a medida que vas realizando la práctica, notarás que algo va sucediendo tanto en vos como en tu entorno. Como la queja dejó de drenar tu energía, te sentirás más vivo, con más fuerza a tu disposición, aumentará tu autoestima, las enfermedades se irán diluyendo, estarás más alerta, tendrás mejores relaciones  y en tu entorno se verá reflejado tu esfuerzo. Notarás que tu vida realmente se está cambiando. Has decidido hacerte cargo de vos y de lo que te pasa, en lugar de culpar a lo de afuera. Y que no te importe si llegaste al día 18 y tienes que empezar de nuevo. Empieza de nuevo todas las veces que sea necesario… como lo expresó Facundo Cabral en su ‘Hoy es un nuevo día para empezar de nuevo’, de la primer entrada del blog.

     Millones de personas alrededor al mundo lo han logrado desde el año 2006, cuando Will Bowen propuso esta campaña en Estados Unidos.

    Para que nos quede claro: QUEJA: Según la RAE, significa expresión de dolor, pena o sentimiento. Resentimiento. Desazón.
     No confundirla con amorosa crítica constructiva

     A continuación el libro que recoge la propuesta y su sinopsis:  

UN MUNDO SIN QUEJAS
Editorial Grijalbo
     Se trata de una propuesta novedosa para cambiar nuestro chip vital, y distinta a los típicos planteamientos de autoayuda. Una propuesta innovadora para hacer frente a la vida con una actitud totalmente positiva. En julio de 2006, el reputado líder cristiano Will Bowen creó para su comunidad «El reto de los 21 días». Su propuesta fue muy simple: los participantes debían colocarse una pulsera morada con la leyenda «Un mundo sin quejas» y resistir 21 días sin lamentarse por nada ni una sola vez. Si durante ese periodo los participantes emitían algún lamento, debían cambiarse la pulsera de muñeca y volver a empezar. Los resultados fueron sorprendentes, y la idea de Bowen se propagó rápidamente por todo el mundo. Esta es la historia de la gestación de una idea muy simple que ayudará al lector a tomar las riendas de su vida. 

Podrás bajar el primer capítulo del libro, haciendo click aquí

Te deseo que logres cambiar tu vida. Quizás te lleve un poco de esfuerzo,
 pero ten la certeza de que será para bien. Luego te darás cuenta que el esfuerzo valió la pena. Todo aquello que requiere de nosotros 
atención extra,  al final nos hace sentir realmente bien... 
y nos regocijamos desde el corazón al decir: ¡Lo logramos! 
¡¡¡ÉXITOS!!!
LUZ
In lack'ech