viernes, 13 de julio de 2012

LA MUERTE: ESA DESCONOCIDA

En realidad me gustaría agregar 
"LA MUERTE: Esa 
                             diaria compañera tan
                                                        desconocida"
Ayer, acomodando unos libros, ha llegado a mis manos uno realmente hermoso, de tapas totalmente blancas con sólo las letras de su nombre, muy simples, en negro. Es una tirada algo antigua. Un libro bello por fuera y por dentro. Se titula La Respuesta del Ángel. Una dulce emoción me embargó al recordar a las muy queridas alumnas de hace tiempo que me lo habían regalado: a todas ellas !Gracias! 

También me encontré con un vídeo de J. J. Benítez en el que el reportaje, realizado por el periodista argentino Horacio Embón, gira en torno a la muerte de su padre José Benítez. En él, se hace mención a un libro precisamente escrito  por Benítez, titulado: Al Fin Libre. Es un libro que siempre regalo o envío por este medio a las personas que han perdido algún ser querido. O a algunas de esas personas que están en la disyuntiva de si del otro lado hay algo o no hay nada. A esas personas que te preguntan: -¿Qué nos pasará cuando tengamos que morir? ¿Partimos hacia algún lado o todo se termina aquí? ¡No quiero sentir dolor! ¡Quiero ver a mis hijos ya grandes, a mis nietos!¡Tengo tanto que hacer todavía! ¡Sea como sea, prefiero estar por acá...Y terminan cerrando: In lack'ech... Mejor hablamos de otra cosa. 

Siempre he creído y creo, por diferentes historias vividas en relación a la muerte, que a los seres humanos deberían prepararnos sobre algo con lo que sí o sí, absolutamente TODOS vamos a tener contacto: la muerte. Este 'personaje' de sexo femenino, ante quien todos somos absolutamente iguales, no importa la raza, el status social, la religión, anciano, niño o nonato, el partido político al que la persona pertenezca, nada significa si es honesto o es ladrón, si tiene familia, o si no... nada, absolutamente nada importa... a todos nos viene a buscar... y a lo mejor podemos escabullirnos alguna que otra vez por un tiempo, como en el humor gráfico del final, pero siempre termina usando su enorme guadaña para segarnos... infalible.  Y vamos a tener contacto con ella, varias veces a lo largo de nuestras vidas: padres, hermanos, abuelos, tíos, primos, amigos, vecinos... hijos... y la propia, sentirán su abrazo. 

Cuando comencé este blog tenía la idea de realizar una especie de pedagogía de la muerte, mostrando lo que dicen diferentes escuelas en cuanto a ella. ¿Por qué tenerle tanto miedo? Si es parte de nuestra vida y la llevamos con nosotros a todas partes prendida con un gran alfiler de gancho a nuestra existencia... ¿Por qué mirar para otro lado  haciendo como que no existe cuando, repito (y también así lo piensa Benítez), todos tendremos que verla cara a cara en algún momento y enfrentarla. Entonces me pregunto ¿No sería mejor tratar de conocerla un poco antes de que nos llegue? Si a los niños les hablamos de la muerte sin miedo en nuestro corazón, seguro que la podrán entender muy rápido... y quizás nos llevemos la sorpresa de que pueden enseñarnos y con autoridad, algo al respecto. Y si no, pregúntenselo a los papás de Flavio Cabobianco o Matías de Stefano o tantos otros de esos seres que ya están acompañándonos. Pero primero, somos nosotros quienes tenemos que aprender sobre ella, mirarla de frente, y con una sonrisa picarona en nuestros labios decirle: "-No me asustás.  No podés hacerme nada". Y no puede hacernos nada porque sencillamente  no existe y algo que no existe ¿Cómo puede hacernos algo? Tenemos que aprender a desapegarnos de los que quedan si nos vamos primero, tranquilos de que sabrán recorrer su propio camino sin nuestra presencia física o a desapegarnos de los que se van, sabiendo que siempre los vamos a llevar en nuestro corazón y que a través de su lado no físico, podremos mantenernos comunicados hasta el próximo encuentro. Ellos deben seguir su camino de evolución.

Considero que sería muy bueno que se comience la enseñanza desde edad muy temprana, desde pequeños. Que el niño  sepa lo que pasa, en lugar de privarlo de una experiencia de este tipo. Que se le enseñe que es como una especie de despedida momentánea... vienen ahora a mi memoria las palabras de ese otro hacedor de libros que te sugiero leas, llamado Richard Bach. El libro al que me refiero y que he leído y releído y vuelto a leer es: Ilusiones y dice así en el Manual del Maestro: 
"No te dejes abatir por las despedidas. Son indispensables para el reencuentro. Y es seguro que los amigos se reencontrarán después de algunos momentos o de todo un ciclo vital" 
Así es, y nos reencontraremos para planear nuestra vuelta, para  ponernos de acuerdo en cuanto a cómo nos fue en esta obra de teatro en la cual actuamos, si cumplimos nuestros objetivos, si cumplimos con las expectativas  y/o a preparar la nueva obra, con nuevo traje de gala, para que al actuar, podamos seguir atesorando experiencia.

 La Respuesta del Ángel, de  Gitta Mallasz, Sirio 2009, es un libro inspirado: En la Hungría de 1943, ante el antisemitismo y el horror de la Segunda Guerra Mundial, cuatro jóvenes: tres judíos, (Lili, Hanna y József) y una cristiana, (Gitta) se cuestionan sobre el sentido de los acontecimientos que están viviendo. Ninguno de ellos es practicante de su religión, pero los cuatro son buscadores de la verdad. Ante su lacerante pregunta vital, una tarde de viernes, empiezan a experimentar una presencia luminosa que les llega a través de Hanna. Durante diecisiete meses reciben una enseñanza que les va guiando a la nueva consciencia. Mueren los tres jóvenes judíos, víctimas de la persecución, y se salva Gitta, consciente de su misión de transmitir este mensaje al mundo. Se trata de una comprensión nueva hacia la gran primavera de la Humanidad. 
Voy a tomar de él solamente el comienzo, en el que Marysia Szumlakowska de Yepes, la traductora, cuenta la despedida de Gitta. 

Cuántos seres humanos, luchan y sufren ellos y todos sus familiares en una habitación de hospital, día tras día y a veces meses y años, sabiendo que solamente se está alargando un final ineludible, martirizando con todo tipo de técnicas invasivas a quien tiene que pasar por la transición, cuando en realidad lo único que hay que hacer es dejarlo partir dignamente... pero para ello hay que estar preparado. A lo mejor vos, que estás leyendo, puedas verlo tan claro como realmente es.
Marysia dice: 
"Gitta ha vuelto a casa.
     El 23 de mayo de 1992, se ha apagado como una vela que se consume.
    Dos semanas antes estaba radiante de vida, escribiendo "sus" diálogos con "su" ángel. Pero me dijo algo que me dejó perpleja y no acabé de entenderlo en aquel momento:
     "Me parece que ya he acabado todo lo que tenía que hacer aquí".
     Y así fue. 
     Su corazón gastado empezó a fallar.
     Decidió no ir al hospital y la cuidaron en su casa los amigos que vivían a su lado. "No quiero que me quiten la vida antes de tiempo y tampoco quiero que me la prolonguen cuando sea el momento de irme".
    Hablé con ella siete días antes de que se fuera. Había superado el primer infarto, su voz seguía firme y alegre:
    "Marysia, recuerda que nadie se va de esta tierra sin haber acabado su tarea. El que la ha terminado ha de regresar a casa, por mucho que la medicina se empeñe en retenerlo. Es hermoso aceptar lo que está "programado". La vida es un don".
     Yo me ahogaba en mi silencio, presentía que era la despedida.
     Su voz se hizo más callada y lenta para recobrar el aliento: "Sigue tu camino, haz tu tarea, escucha siempre la voz de tu ángel y no olvides que amar es darse".
     Y como si leyera en mí, a pesar de las distancias y del teléfono, añadió:
     "Si no oyes la voz de tu ángel, no importa: invoca. No ceses de invocar. En los momentos en los que parece que no hay respuesta, hemos de invocar más intensamente".
     Unos días más tarde llegó una carta de Gitta. Nos anunciaba que se había ido, y lo hacía desde la otra orilla. Lo había dejado todo preparado. Hacía cuatro meses presencié en su casa cómo metía el texto en sobres, cómo ponía la dirección de cada amigo con su puño y letra y cómo pegaba los sellos. Sólo faltaba escribir la fecha, cerrar los sobres y echarlos al buzón. Es su testimonio definitivo: ¿No es acaso tan sencillo comunicarnos con la dimensión de LUZ como recibir una carta?.
     Esto es lo que Gitta nos dice:
"He dejado mi cuerpo, herramienta preciosa que me fue dada para llevar a cabo mi tarea en la Tierra. Ya estaba muy gastado por el tiempo. Sé que otra herramienta me será dada, más apropiada para mi nueva tarea.
Tú también tienes una tarea, una única tarea.
Es benéfico cumplirla, mientras ese raro don del Cielo -tu cuerpo terrestre- sea utilizable. Si no, has vivido en vano".
Aquí, podés hojear algunas páginas del libro para, si te resuena, después adquirirlo.

Y ahora, el reportaje a Juan José Benítez

De su página Planeta Benítez, podés descargar Al Fin Libre: Aquí.

Y para despedirme hasta un próximo encuentro, te dejo un poco de humor gráfico acerca de la Señora de la Guadaña. Recuerda que la risa es salud, que la risa remueve tus endorfinas proporcionándote más salud. Así que con cada risa se va formando una especie de Círculo de Salud: 
Risas  +  endorfinas  =  a + salud + risas + endorfinas  =  a ++ salud ++ risas ++ endorfinas  =  a +++ y +++ y +++ salud!  
Y si le agregamos el respirar desde el vientre, conscientemente: ¡Ya está! Doña Guadaña tardará mucho tiempo en visitarte, y si lo hace antes de lo previsto por vos, por contrato, seguro te irás sin tantas drogas extrañas y tubitos de toda índole puestos en el cuerpo. ¡Te irás con alegría y en paz!

Creemos en los espacios de ensueño que nos envía la Sonda Voyager, 
creemos en que el hombre pisó la luna 
y en que a los Torres Gemelas las demolió de cuajo un avión... 
pero no creemos en lo que nos dicen miles de seres que ya vivieron, 
de una u otra forma, la experiencia de la muerte: 
"-Están rechiflados los que dicen que la muerte no existe. 
Todo se acaba aquí".
 Pido a esos Ángeles que menciona Gitta, 
que me 'recuerden' cómo debo vivir los últimos momentos 
en esta maravillosa Tierra que me dieron como madre y por hogar... 
que me recuerden el ejemplo de Gitta... y para vos: 
Que en tu transición, el Ángel del Señor o aquello en lo que creas, te acompañe dulcemente a la otra orilla, sin apegos, sin conflictos, sin pena, 
"libre de equipaje", como dice Machado... 
¡libre ¡como el papá de 'Juanjo' Benítez!
Y por si en el ayer, en el hoy o en el mañana, te hice sufrir, 
te pido perdón, lo siento TE AMO ¡Gracias!.
LUZ
In lack'ech

LUZ = ENERGÍA = PAZ = ALEGRÍA = VIDA = AMOR = DIOS

No hay comentarios:

Publicar un comentario